lunes, 2 de febrero de 2015

PA1. Práctica 1. LA CASA CITROHÄN

INTRODUCCIÓN. LA COLONIA WEISSENHOF.

A principios del siglo XX se producen una serie de transformaciones sociales y culturales que se manifestarán en todas las áreas del saber. Se rompe con la tradición anterior y se busca la innovación, el cambio. Estamos en la época del modernismo y la vanguardia. En esta línea, en 1925, la asociación Deutscher Werbund, constituida por arquitectos, artistas e industriales, saca a la luz un proyecto sobre "la vivienda" llamado La Colonia de Weissenhof.


La Colonia Weissenhof, construida finalmente en el año 1927, constituía una exposición de este nuevo arte, de la nueva arquitectura moderna. La dirección artística del proyecto fue encomendada al arquitecto Mies van der Rohe en 1926, quien contó con la ayuda de varios arquitectos de la época, entre los que destaca Le Corbusier. 

El proyecto se desarrollaría en una colina, en la ladera de la Killesberg, desde donde se domina el resto de la ciudad. Consistiría en la construcción de un modelo de barrio formado por 63 unidades residenciales cuyas viviendas estarían destinadas a la compra o alquiler tras la exposición, y centradas en retratar la nueva forma de vida: aire, luz, sol, espacio, salud y eficiencia. 

LE CORBUSIER Y LA WEISSENHOF.

Entre los 16 arquitectos reunidos por Mies van der Rohe para la participación en este proyecto, destaca la contribución de Le Corbusier, con la realización de dos viviendas: La casa doble y la casa unifamiliar o Citrohän.

Le Corbusier se convertirá en uno de los exponentes más importantes del Movimiento Moderno en la arquitectura y uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Como visionario, Le Corbusier concebía la arquitectura como un medio de cambio. Así, además de centrarse en el carácter funcional de la vivienda, consideraba la belleza como el objetivo principal de la arquitectura, y defendía que ésta debía repercutir en la forma de vida de los ocupantes de los edificios.


“LA MÁQUINA DE HABITAR”

Uno de los principios más importantes de la arquitectura de Le Corbusier es su teoría de la “vivienda como máquina de habitar”. Deslumbrado por las nuevas máquinas, en auge desde la industrialización de principios del siglo XX, trata de incorporar sus diseños prácticos, funcionales y eficaces, para dar lugar a una nueva arquitectura cuya belleza esté basada en la practicidad y funcionalidad; la arquitectura racionalista.

De esta forma Le Corbusier crea la casa Citrohän, uno de sus tres prototipos básicos de la vivienda (Domino, Monol y Citrohän). Este proyecto de viviendas recibe el nombre de Citrohän como manera de emular a la empresa automovilística Citroën, queriendo sugerir que la casa debía parecerse a un coche: popular, estandarizada y producida en serie.

Este concepto de las casas Citrohän lo inicia en 1919 y lo culminará con la creación de la casa unifamiliar de la Colina de Weissenhof, en 1927.


LA CASA CITROHAN

La casa Citrohän consta de cinco reformas que han ido evolucionando hasta dar lugar a la versión definitiva de 1927. Esta evolución del proyecto recrea y sintetiza a la perfección los cinco principios básicos de la nueva arquitectura de Le Corbusier, que el mismo publica en 1926: los pilotis, los techos-jardín, la planta libre, la fachada libre y la ventana alargada.

En primer lugar, los pilotis, constituyen un sistema de sujeción de la vivienda, ya que soportan el peso de la edificación. Están ubicados en la planta baja y permiten que la vivienda quede suspendida en el aire. En cuanto a los techos-jardín se trata de cubiertas planas de hormigón armado ocupadas por naturaleza y vegetación. Por otro lado, la planta libre aporta absoluta libertad en su composición ya que aprovecha las características del hormigón para prescindir de muros portantes, y la fachada libre permite liberar a la fachada de su función estructural (apoyándose en los pilotes en forma de voladizo). Por último,  se apoya en la ventana alargada, que ocupa toda la dirección horizontal de la fachada, para la entrada de abundante luz y aire.



En la primera versión de la casa Citrohän, creada en 1920, aparecen dos de estos cinco principios conceptuales: la terraza-jardín (materializada en un solárium en el segundo piso) y las ventanas alargadas, presentes en el contrafrente. En un segundo proyecto de la casa, realizado ese mismo año, suprime la escalera exterior y hace hincapié en el dominio interno de las plantas libres.


En una tercera versión, hecha en 1922, se le añade al primer prototipo los pilotis y ubalcón perimetral (rodeando la vivienda) que dará lugar, posteriormente, a la fachada libre. En el cuarto proyecto (1925) suprime los pilotis y utiliza las ventanas alargadas en todas sus fachadas. La culminación de esta serie llega en 1927, con la creación del proyecto definitivo de La casa Citrohan, en el que se reúnen los cinco puntos de la nueva arquitectura de Le Corbusier.

 

ESTRUCTURA EXTERNA DE LA CASA CITROHÄN 

La estructura externa del proyecto de 1927 se caracteriza por los sencillos muros blancos, la escalera exterior y el techo-jardín. Así mismo, Le Corbusier eliminó la terraza saliente (característica de las primeras versiones) para recuperar una forma pura de caja de zapatos, que eleva sobre dos filas de cinco pilotis. Sin embargo, la forma no es simétrica, porque la escalera está ubicada fuera de las dos hileras de pilares y su presencia queda señalada por un pequeño balcón que sobresale en voladizo de la fachada sur.

En cuanto al techo-jardín lo sitúa en la tercera planta, en la que también encontramos una zona interior. Esta terraza ajardinada ha sido tratada como si fuera una habitación dentro de la caja, delimitada con un muro exterior de la misma altura que el resto de la fachada, y con una franja de “ventanas” sin acristalamiento.

La planta baja de la casa se apoya sobre pilotis que forman la estructura portante. De esta manera, Le Corbusier evita la humedad de la tierra y logra aire y luz para la vivienda de la manera más sencilla. Además, debajo de la casa se crea un espacio abierto por el que se extiende el jardín.

 

ESTRUCTURA INTERNA DE LA CASA CITROHÄN

En la estructura interna de La casa Citrohän, Le Corbusier rompe con el sistema de clasificación hasta entonces vigente, de habitaciones y espacios cerrados. Suprime los tabiques de separación y forma una secuencia dinámica de espacios relacionados, donde divide los diferentes lugares funcionales mediante paredes a media altura o membranas móviles. De esta manera logra abrir y extender el espacio

PLANTA BAJA

A través de la entrada principal, en la planta inferior, se llega al vestíbulo, donde se encuentra el calentador de la calefacción central, que atraviesa cada una de las plantas de la vivienda. Este sistema de calefacción permite la ventaja de evitar tener que destinar un cuarto especial para la caldera y calienta, además, todo el vestíbulo y la caja de escalera. Desde el vestíbulo se accede directamente al aseo, al lavadero y al sótano. Así mismo, en el vestíbulo nacen unas escaleras que continúan a lo lar
go de toda la vivienda y permiten el acceso a cada una de las plantas.

1ª PLANTA



En la planta principal, un patio nos permite el acceso a la cocina y a la sala de estar. La cocina abre paso a un dormitorio del servicio, y se caracteriza por las paredes acristaladas y las encimeras y mesas de hormigón revestido. Por otro lado, la sala de e star, organizada en forma de comedor, se caracteriza por su doble altura. Así, transforma su pequeña superficie, en un espacio perceptiblemente mayor, gracias a la utilización de las dos plantas y la pared acristalada.

2ª PLANTA

A través de la escalera, de desarrollo lineal, se llega a la planta intermedia. Esta segunda planta constituye una vivienda completa para los padres, constituida por un vestidor, dormitorio, baño con aseo separado y un pequeño trastero debajo de las escaleras. Le Corbusier trató de comprimir al máximo esta planta para su total aprovechamiento, pero sin producir la impresión de estrechez espacial, recurriendo a técnicas como las paredes redondeadas o curvadas.


3ªPLANTA

Por último, en la tercera planta encontramos, además de la terraza abierta, otros dos dormitorios (una habitación para los niños y otra de invitados). En esta planta Le Corbusier vuelve a recurrir a las técnicas del aprovechamiento máximo del espacio, jugando con los huecos de los respectivos armarios empotrados y divanes. Además de las habitaciones esta planta consta de un pequeño aseo. 

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